Si buscas empresas de recambios de desguace en Huelva, debes saber que la mayoría de ellas se invierte mucho tiempo en seleccionar cada una de las piezas. Y es que tras la revolución industrial de finales del siglo XIX, la mayoría de productos bajaron escandalosamente de precio al aumentar la cantidad de objetos a la venta. Sin embargo, los consumidores no podrían gastar al mismo ritmo que las máquinas fabricaban.
Para los años treinta, los grandes empresarios advierten que, en lo que a ellos respecta, un producto longevo es el augurio de un futuro negro. En ese sentido, la batalla de las compañías automovilísticas fue una de las que marcaría el desarrollo posterior de la práctica de la obsolescencia programada, algo conocido en las distintas empresas de recambios de desguace en Huelva.
Cuando Ford crea su primer coche, lo diseña para que sea resistente y rentable. Pero estéticamente el modelo se asemeja más a un tractor abrigado que a un coche. Viendo el auge en este sector, la General Motors decide igualmente producir un modelo en cadena y en masa, pero introduce la técnica del modelo anual, apostando por el diseño y variando cada doce meses las formas y tamaños de los coches que ponía en venta con el objetivo de que los consumidores cambiaran de coche cada tres años.
General Motors ganó esta lucha, descendiendo estrepitosamente las ventas de Ford y consolidándose un sistema de producción que pone a los consumidores al servicio de los fabricantes, en lugar de procurar dar vida útil a aquello que se fabrica. Se olvida de lo limitado de los recursos en nuestro planeta, y hace ojos ciegos a los residuos que se generan.
La reutilización de piezas que fomentamos en Recuperaciones De Metales Y Chatarras Pipón es la mejor forma de hacer frente a esta obsesión por hacernos consumir constantemente productos que podrían tener una vida más longeva.